Ser un Gato

Aprender a sentir el poder. Animarse a leer el mundo y las ambiciones ajenas, para que ellas no hieran tus propios sueños, porque uno no lo sabe, pero a veces, solidariamente permite la propia muerte de ilusiones.
Cuando creciste sin esa soberbia que da el poder, se torna difícil entender el manejo de otros ante vos. Pero es cuestión de crecer, de parar la pelota en la mitad de la cancha, observar al compañero mejor ubicado y salir a buscar la devolución frente al arco, con la certeza de que ese compañero debe y necesita devolverte la pelota, por su propio beneficio, por el colectivo y finalmente por el tuyo. Animarse a buscar el gol.
Vamos pasando por distintas etapas rodeados de contextos diferentes, formados por personas, personalidades y personajes. De cada uno sacar lo mejor y aniquilarle lo peor.
Realzar las capacidades ajenas te llevan a enfocarte en lo positivo del otro y la consecuencia directa es que disfrutarás más de sus cualidades. Si sólo destacas sus falencias, solo encontrarás más en esa relación.
El cielo se abre y el sol te acaricia una vez más, es hora de que esa luz guié el sendero de tus victorias, de tu capacidad de sonreír y de regalarte felicidad. Cada mañana será un desafío nuevo, tus armas son el amor y la gratitud constantes, sólo te queda empezar a caminar. Animate a tus virtudes, animate a manejar el poder, animate a vivir vos la vida, y no que la vida te viva a vos. Ya falta menos para gritar lo que soñaste durante años. Y queda mucho más por disfrutar.

“Sólo tu encontrar camino” – Maestro Yoda (La Guerra de las Galaxias)