Este día es algo de sal

miércoles, 26 de noviembre de 2008


Generalmente en los días en que se me ahoga el corazón, escribo y mucho. Explico dolores, sentimientos y frustraciones. Es una terapia “escupitiva”, como arrancarse un tumor con los dientes.
Pero hoy me siento tan triste, tan turbado, tan etéreo, que ni ganas de explayarme tengo. Silencio de Radio.
Un silencio necesario, que me hace pensar, sentir y sufrir, más de lo que esperaba y menos de lo que necesito. Tengo angustia y los ojos me estallan en agua salada.
Pero me voy a contener, voy a crecer, voy a renacer, voy a mirar con optimismo este presente para atrapar un futuro, incierto, pero con colores más brillantes.
Dejo todo en esto. Tengo ganas de más, ganas de sacarme el dolor, ganas de ser feliz. Alguien me ayudará, ya me lo avisaron. Que la sombra se desvanezca con el sol de una vez.
Mi tiempo tiene un límite, y a veces, siento que mis días también. Tal vez mis horas dejen de correr.

“Si la lluvia llega hasta aquí
Voy a limitarme a vivir
Mojare mis alas como el árbol y el ángel
O quizás muera de pena”
Luis Alberto Spinetta


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