Chau Sombrita...

martes, 6 de enero de 2009



Venimos de palazo en palazo últimamente. No encuentro forma de levantar. Ni yo personalmente ni mi familia, en su conjunto. Hace ya un par de meses, desde octubre específicamente, que no paramos de sumar sinsabores.
Estoy muy triste, muy al límite de tolerancia máxima de golpes.
Lo cuidamos un montón, hicimos todo lo posible, pero no hubo caso. Jamás, en 15 años había visitado al veterinario. Y en menos de 90 días, ya se habían hecho compinches. Se cayó de golpe por todos lados, pobrecito, parecía que me copiaba. Y ayer, después de un domingo donde nos exigió presencia y cariño, finalmente dijo basta. Sabés que nos quedamos hasta la madrugada con él, y es más, Nachito, se quedó peinándolo y acariciándolo hasta las 5 de la mañana. Según el doctor, decidió pasar al otro barrio media hora después. Fue como estirar la despedida de toda la familia. Gesto noble.
Con Nacho crecieron juntos, vinieron con diferencia de meses a nuestra casa. Es decir, Nachito no vino con un pan bajo el brazo, sino, con un ovejero alemán. Cuando el pendex empezó a caminar, se nos escapó un mediodía y no lo encontrábamos por ningún lado. Fueron segundos de descuido. El muy turro se estaba subiendo a la terraza, vía escalera, con el peligro que eso significa para un nene de añito y pico. Pero a su lado, sosteniendo cada paso en cada escalón, estaba el Sombra custodiándolo. Eran dos chicos de travesuras, aunque el perro, sabía de su responsabilidad innata y por eso lo cuidaba.
Pasaban horas durmiendo la siesta en el patio, uno sobre el otro, en una postal entre cómica y tierna.
Ojo, el Sombra tenía lo suyo también, un carácter especial, acorde al de la familia que lo crió.
También tuvo lugar el milagro con él. Una noche de distracción de mi tío, el perro quedó puertas afuera. Me di cuenta de la situación al volver esquivando charcos de una noche bolichera. Seis AM y la familia buscándolo por todo el barrio. Durante ese sábado y el domingo, la tristeza y decepción eran enormes. Mamá, una vez más, le fue a pedir a San Antonio, Patrono de las cosas pérdidas y que tanta relación tenía con los animales. ¡Cómo nos iba a fallar!!!!
Luego de varios pedidos de Antonella, salieron con mi viejos a buscarlo, sin dirección, guiados simplemente por la orientación de las calles, para hacer un recorrido imaginario, cumplir con la voluntad de los chicos y conformar con poco a esos niños justificando que se había intentado. Y obviamente, como suele pasar en historias de milagros, se cruzó por detrás del auto familiar, a 20 cuadras de casa, y Antonella, que estaba mirando por la luneta pegó el grito. El resto de la historia es simple, Tato empezó a silbar y a nombrarlo, y el Sombra loco de alegría se les tiró encima.
Necesitaba descargar un poquito toda la angustia vivida ayer. Es muy duro perder a tu mascota, porque es un integrante más de la familia. Sin dudas. El inconsolable llanto que vivimos con Brenda nos superó en capacidad, nos desbordó de desazón.
Y esto se viene sumando a muchísimos dolores y angustias que me (nos) aquejan y lastiman en estos very hards times. Muchos, pero hay uno en especial que no me permite vivir en paz. Pero eso formará parte de la historia de mañana.
Ah, y al chorrito que justo ayer le robó el celular a Nacho, te digo man, deberías tener más tacto, y coparte con un pendejo que está sufriendo. Podría haber sido otro día, pero elegiste justo el lunes 5 de enero, parece que lo hiciste a propósito para que sienta, más que nunca que ese mismo día se había quedado sin su perro guardián. Chau Sombrita, te vamos a extrañar...

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2 comentarios:

vero dijo...

es muy hermoso lo que escribiste, la verdad que me llegó al corazon

lo único que puedo decir (si es que vale la pena ahora acotar algo) es que de estos tiempos van a salir, como siempre juntos

sabes que tus amigos estamos con vos

abrazo y beso grandes

veri

Formol dijo...

buen Gato, siempre sarpadisimas las cosas que escribis, como para no saber que carajos dejarte de comentario, en fin, prefiero dejarlo en silencio y pensarlo.
muy doloroso para todos.

Apreton de huevos.

AgUs